Piénsalo, el sector de la construcción está continuamente demoliendo edificios antiguos y levantando nuevos, que a su vez, durante su periodo de vida también contaminan.
De esta forma, este sector se he convertido en uno del los mas contaminantes del planeta.
Si analizamos la contaminación generada por un edificio desde su nacimiento hasta su defunción, podemos observar que este problema se inicia desde proceso de elaboración de la materia prima (ladrillos, aislantes,…). No solo porque en el proceso de elaboración y transporte se derroche energía, sino porque los materiales que se crean no son reciclables. Esto provoca, que cada vez que se quiera fabricar, por ejemplo, nuevos ladrillos, se tenga que extraer de la naturaleza nueva materia prima, en vez de obtenerlos del reciclaje de escombros de antiguos edificios.
El uso de materiales en la construcción de un edificio ronda en la actualidad los 1500 kilos/m2, lo que supone un derroche energético. Estudios que se están realizando en norte de Europa para reducir el consumo de materias en la construcción de los edificios, están barajando la cifra de 700 kilos/m2.
En el País Vasco, se producen entre 940.000 y 2.100.000 toneladas de residuos de construcción y demolición. El consumo de áridos en este sector es de 16.300.000 toneladas. La comunicación “Towards a thematic strategy on the prevention and recycling of waste” pone de manifiesto que los residuos de construcción y demolición aumentan de año en año tanto en volumen como en complejidad. El aumento de la complejidad de los residuos, limita tanto la posibilidad de reutilización como su reciclado (actualmente solo se recicla alrededor del 28%), aumentando así la necesidad de ocupar suelo por vertederos y la extracción de minerales. Estos producen el 30% de los residuos que van a los vertederos
Pero el problema no termina aquí , veamos ahora el edificio durante su periodo de vida.
CONFORT O AHORRO ENERGETICO:
La edificación no solo presenta implicaciones ambientales. Los edificios son espacios en los que viven las personas. En Europa la gente pasa alrededor del 90% del tiempo dentro de ellos. Un diseño pobre y malos métodos de construcción, pueden tener efectos significativos en la salud de los edificios y sus ocupantes. Esto puede dar lugar a edificios caros de mantener, en los que difícilmente se alcanza un confort térmico y con claros efectos negativos sobre la vida de la población anciana y de grupos sociales con menores recursos económicos.
A la hora de afrontar la construcción del edificio, tenemos dos teorías que chocan frontalmente.
La primera es la del confort. Esta teoría, establece los parámetros fijos de temperatura, calidad de aire, etc…., que debe de tener un edificio. En definitiva, cómo y cuáles son las condiciones óptimas que debe de haber en un edificio, para obtener el máximo confort en él. Lo que conlleva un consumo energético en calefacción, aire acondicionado …
La segunda teoría tiene como objetivo el máximo ahorro energético posible, para lo cual deberíamos renunciar a parte del confort, que obtenemos con la primera teoría.
Así que, como podemos observar, ahorro energético y confort están reñidos. Entonces ¿Cuál es la solución?, ¿renunciar a uno de los dos?, ¡no!. ¡Hay otras salidas posibles!
EL EDIFICIO, LA NUEVA CENTRAL GENERADORA DE ENERGÍA:
La fórmula para conseguir aunar confort y ahorro energético, pasa simplemente por desterrar de nuestro sistema la vieja y a la vez actual idea, de ver los edificios como consumidores de energía, y comenzar a verlos como generadores de energía. En la actualidad, diversos estudios, han conseguido crear edificios autosuficientes gracias a las energías renovables.
Lo primero es, que deberíamos reducir el consumo energético del edificio. Los edificios gastan cerca del 40% de la energía, consumen el 30% de las materias primas y el 25% del agua. Construyendo en verde, las cifras se reducen significativamente. Además, el consumo de agua disminuye hasta en un 65%, el 30% en electricidad, el 70% en iluminación y hasta un 7% del gas natural. Si esto es así, ¿por qué la construcción sostenible aún no es una realidad extendida?
De esta manera, es posible ( dado que hay estudios sobre ello), construir un edificio autosuficiente. Que genere gracias a las placas solares térmicas, su propia agua caliente, tanto para uso sanitario, aire acondicionado (técnicas frigoríficas de absorción), como para calefacción,
Mediante las placas solares fotovoltaicas y la energía eólica (molinillos de viento) se obtiene la electricidad necesaria
Tanto las placas solares térmicas, placas foltovoltaicas, y molinillos de viento, irían instaladas en el tejado del edificio, y en caso de que éste fuera un edificio con escaso tejado, se podrían incluir en la fachada del mismo.
Los expertos más implicados con el movimiento verde, aseguran que construir un edificio sostenible, tan sólo cuesta alrededor de un 2% (36 €/m2) más que uno tradicional, aunque en 20 años, el ahorro de energía hace que, sus futuros moradores recuperen con creces ese gasto. Si tenemos en cuenta otros ahorros (agua, residuos, mantenimiento, bienestar personal…) la rentabilidad resulta aún mayor. Pero a la hora de comprar pocos se preocupan por el ahorro futuro, sobre todo si hablamos de primera vivienda.”
El consumo energético asociado al uso residencial, es responsable de la emisión de 3,6 millones de toneladas de CO2, en el País Vasco. De este consumo solo el 6% proviene de energías renovables.
Un cambio en el modo de diseñar, construir, mantener, renovar y demoler los edificios y su entorno permitirá una situación de mejora en las “prestaciones” ambientales, económicas y sociales de los pueblos y ciudades y en la calidad de vida de los ciudadanos.
EL GRAN PROBLEMA:
El gran escollo que hace imposible el desarrollo de este tipo de iniciativas, es la falta de sensibilidad de la derecha para apostar por la innovación de verdad. Es hora de pasar de la innovación del papeleo y la publicidad, a la innovación de verdad. Es hora ya de que se de la espalda a las presiones ejercidas por las empresas energéticas, impidiéndonos avanzar hacia el futuro.
Porque… ¿os imagináis lo que supondría a las empresas energéticas la puesta en marcha de este proyecto? ¿cuánto negocio perderían éstas, si todos los edificios fueran autosuficientes? ¿ si no consumieran gas? ¿si no consumieran electricidad? ¿qué sería de estas empresas si el futuro fuera de esta manera?
Los edificios junto con el entorno de la edificación, son los elementos que definen el entorno urbano. Estos, crean espacios en los que vive y trabaja la gente, convirtiéndose en un escenario que sirve de identidad a los ciudadanos. Por otro lado, la edificación (además de su influencia estética) ejerce una fuerte influencia sobre la calidad ambiental urbana.
Por todo esto, desde Gazte Abertzaleak, apostamos por una edificación basada en los principios de la sostenibilidad.
Ander Moreno